viernes, 30 de mayo de 2008
Dios Sigue Siendo Bueno (Parte 2)
La tercera vez que estuve hospitalizado este año, me puse, como de costumbre a hacer calculos, me di cuenta que la mitad de las noches del año las habia pasado en el hospital, me senti muy triste al darme cuenta, pero luego me puse a pensar en lo bueno que Dios sigue siendo, el tratamiento que estoy siguiendo es muy caro, mi medico dice que el 90% de los casos que ellos ven es atravez del seguro social pues es practicamente imposible costearlo, Dios se ha encargado de proveer para todo, el se encargo de llevarme a trabajar en una empresa en donde tengo un seguro medico muy bueno capaz de soportar el coste de el tratamiento, Dios se encarga siempre de todo el sigue siendo bueno.
Cuando me entere de la enfermedad una serie de pensamientos pasaron por mi, es muy dificil cuando te confirman el diagnostico, un dia estaba corriendo, llevando una vida ajetreada, manejando un importante proyecto, tratando de no perder la paciencia, pagando la hipoteca de mi casa, cuidando a mi esposa y a mis hijos y de repente, me encuentro en un compas de espera, tal vez lo que mas me paralizo cuando los medicos hablaron conmigo acerca del tratamiento es lo que tarda el mismo, la induccion a la quimioterapia tardo 22 dias en los que estuve hospitalizado, aislado, sin recibir visitas, unicamente podia ver a mi esposa y a mi mama a travez del vidrio de la ventana, luego han venido las rondas de consolidacion, van 4 una cada mes aproximadamente, desde el dia que fui diagnosticado van 5 meses y falta 1 mas para poder regresar a trabajar y dos años mas para terminar el tratamiento completo.
Seis meses sin trabajar!, me voy a volver loco pense, luego me di cuenta de que Dios me regalo este tiempo para retomar el rumbo correcto, muchas veces nos perdemos trabajando, hacemos lo urgente y dejamos de hacer lo importante, muchas noches sali a las 2 am del trabajo y me perdi las horas junto a mis hijos, no estoy diciendo que trabajar no es importante, simplemente se nos olvida que trabajamos para el sustento de nuestros hijos, pero al final trabajamos tanto que nos perdemos el tiempo junto a ellos.
Este tiempo me ha permitido estar junto a ellos, junto a mi esposa y junto a mis padres y hermanos, el tiempo junto a mis papas y a mis hermanos a sido verdaderamente un regalo del Señor, nunca hemos sido tan distantes, pero ahora se han renovado nuestros lazos de manera sobrenatural.
Dios sigue siendo Bueno....
Etiquetas:
Medicina
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